Un día Nada Normal

Contado horas en los dedos me detengo en instantes de palabras sueltas. Trato de comprender el misterioso paradigma de la vida cuando nos entrega sus ritos de días y noches mudas, con tanta palabra cargada de emociones intensas que se mecen paulatinamente sobre la ventana. Afuera fluctúan diversos sonidos del amanecer, se derriten las nubes cuando toman el sol de la mano, así como las estrellas duermen la luz. Hoy, no es un día normal. La calma ha empalidecido y llegan a mi mundo hermosas sonrisas y letras de personas a quienes entrego mis silencios y misterios diarios. Hoy no es un día normal. La calma se torna evanescente a partir de conversaciones intensas que llegan a mi mundo en forma de imágenes explicitas generando un aire de belleza, de alegría, de pájaros y estrellas en todo el esplendor de la palabra dicha. Hoy no es un día normal, porque te tengo a mi lado y no te tengo, porque la emisión de pruebas me deja suspendida en este tiempo de hermosas fantasías haladas en el corazón de la noche. Noche en ti, día en mí, tomados de la mano.

Anna.