viernes, mayo 16, 2014

Canto de Espumas


Paso la tarde imaginando tu sonrisa,
transeúnte en la estación de la primavera.
Las calles se tornan prisma color
cuando abro la ventana que da
a la senda de tus manos.
En ella me pierdo entre hora y hora
pronunciando tu nombre.
Entre el silencio y la calma de la madrugada,
cierro los ojos para verte llegar
y mi cuerpo tiembla con la emoción
de una niña de viento
que en sus manos guarda un dibujo
de nuestros ojos para entregártelo.
Y al fin te asomas
sin retorno al mundo
sin retorno al cuerpo,
sin retorno al viento,
y te quedas y me quedo
cantando al tiempo una canción
para las horas tristes.

Anna Bahena.


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