El Bohemio Ambulante
Rodaba por las calles sin mirar atras, hasta que al fin, en el día de su propia suerte tomó en manos la brillante copa, en cuyo contenido hallase el placido veneno de la noche. Con tanta fuerza, con tanta nostalgia que no quiso abrir sus ojos, por ultima vez a la transeúnte madrugada. Lloraba. De sus ojos brotaba el manantial de su tristeza y aquel frío que tocaba sus mejillas como la mano del viento, se perdía en su cuerpo de locuras. Era el lapso de la hora irreparable, aquel bohemio soñador de la esperanza delineaba los labios de su amada en la cara oculta de su corazón, aun, con existencia. Así podía sentir que tocaba el pulso de la vida, a la vez que presagiaba la presencia de su rostro. Eones de tristeza han filtrado las líneas de su frente, con la copa en la mano camina y camina, corre sin prisa, transita por las calles de esquina a esquina en busca de un lugar, una colina donde pueda encontrar el eterno abrazo de su cortejada, ese abrazo que le llene de sueños en la bella madrugada. Yo lo conozco, reconozco su forma cuando cierro los ojos de mis cinco sentidos: es un hombre soñador que viste del color de la noche, de mirada ausente y pasos cubiertos de estrellas de mar, construye pentagramas de nostalgia y con su voz los eleva al viento bajo la noche estrellada. Solo esperando un momento en la eternidad la hora señalada, en que al fin, pueda mirarla a los ojos y decirle que es él quién la ha esperado en cada hora de sus días, en cada segundo de sus largas noches.
Anna.
10 comentarios:
Bohemio que transita en una secuencia de nombramientos, esperando, pensando, sintiendo... nocturno.
Hermoso escrito.
Hasta pronto.
Hermoso retrato el que has plasmado de esa bohemie que siempre me ha fascinado.
Gracias por tu viista y tus palabras en mi espacio.
Un abrazo
Los sentimientos prefieren hacerse letra en tu teclado.
Hermoso, Anna, muy.
Besos!!
Mel
Me hiciste acordar a un tema de Litto Nebbia, te paso la letra. Besos.
El bohemio va
rumbo pa' el hogar
su madre lo está esperando
sabe que todo anda mal
hoy fue una noche liviana
son nada más que las tres
hoy fue una noche liviana...
Con su timidez
sabe conquistar
una botella y una mujer
que lo sepa controlar
para que vuelva a su casa
antes que sean las seis
para que vuelva a su casa...
Su salud se fue
hace un tiempo atrás
la noche es su compañera
tanto que lo va a esperar
Hasta que el bohemio muera
y no sean más de las tres
hasta que el bohemio muera
si no son más de las tres.
Caballero de la noche, de andar sombrío. Abrazos.
Qué bello y qué triste, Anna... te mando un abrazo.
Estimada Anna
Este pequeño retrato de un hombre y un sueño o el sueño de un hombre fascinado, es precioso.
Por cuestiones laborales no tengo tanto tiempo para visitarte como antes lo hacía, pero siempre que vengo encuentro tu profunda delicadeza.
Me atrevo a dejarte aquí un beso de gratitud.
Bello relato
saludos
vendré seguido
El bohemio o el vagamundo de paso lento, impreciso, cortante, qué busca, solo busca desesperado una boca desesperada, pasea por la avenida y ésta le devuelve una maqueta terrible coronada por una planta carnívora que quiere más, un poco más. EL bohemio ambulante ha visto el horror en las calles. De repente cae en la cuenta de que es el único que no lleva una máscara anti-gas. Algo pasa rápido por su cabeza, la hunde en las rodillas, corta el suelo con su copa, tratando de cavar su propia fosa en el asfalto...
Un saludo.
de verdad, pero qué bonito escribes!!
cuánto me alegro de que nuestras botellas se cruzaran en el inmenso océano de palabras...
:)
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