domingo, mayo 11, 2008

Salto a la Noche


De repente una tormenta de estrellas amenazaba con llegar en horas de la madrugada. Ambos sabíamos que si no reparábamos la hélice derecha de nuestra maquina voladora, millones de sueños que estaban a cargo de mi corazón, estarían en peligro de caer al mar. Por tanto, esto significaba mezclarse con la sangre azul que tiñe ese delicado pedazo de la tierra. ¡Corre, deprisa, corre!, Era la desesperada voz que desde el abismo inconfundible de mi alma, sacaba sus nacientes gritos y los colgaba en al aire como si fuesen cuerdas de guitarra en una madrugada de un día como hoy. Y aunque el cielo amenazaba tormentas, aunque los sueños estuvieran a punto de caer al mar, el olor de la soledad era evidente, ese olor que solo se siente en el silencio de una noche y nunca más podrá volver a verse. Era ese olor del paso de la muerte, con ganas de vivir eternamente.


Anna.

1 comentarios:

Blogger MentesSueltas ha dicho...

Gracias por tu hermoso comentario
Mi mejor energia y abrazo
MentesSueltas

5:32 a. m.  

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