miércoles, noviembre 11, 2015

Hora Inconclusa

Brotó del silencio la intranquila palabra/ huyendo del día en que la muerte ronda/ del palacio del cuerpo  meditando en la noche/ abrigando el deseo que la fiebre ahonda./Brotó del silencio/ ya no era palabra/ vestía de invierno toda sonrojada/ el sol que en silencio bajó de los cielos/ tomó entre sus rayos/ en lascivo cuerpo. /Brotó como el viento/ en su cuerpo desnudo/ tomó por sorpresa sus ojos profundos/ rasgó en el silencio su espalda dorada/ escribiendo en su sombra la palabra soñada. /Amor, ¡No te vayas¡ /gritó desolada/con el corazón rojo en labios de su amada/ murió de repente en el temblor de su cuerpo/como muere el viento en la arena del tiempo/O como el sol cuando baja más allá de los sueños/y toma en su seno el calor prohibido/de un dios que los une en nombre del destino./Brotó del silencio la palabra ¡Vuelve!/en un grito profundo que rasgó el invierno/y se abrieron los cielos/y volaron las aves:/escribieron al viento vuestro juramento./El amor que en los cielos se acerca a la vida/renace en las horas de la despedida/No temas muchacho por la bienvenida/¡Al coro del cielo ella es bienvenida!./Sus ojos delatan la leve sonrisa/del amor que profesa en la tierra enfermiza/ su corazón late con fuerte armonía/por haber encontrado su alma perdida. /Brotó del silencio su alma de viento/ que huía de la jaula que le daba el tiempo/voló con sus alas danzando en el cielo/la canción que su amado susurraba en su lecho:/ Amor que en los cielos brillas cual estrella/ilumina mis pasos con nuestra promesa/juramos al tiempo encontrarnos un día/ donde todo es perfecto/donde canta el viento. /Buscando señales te espero despierto/buscando señales te  anhelo en mi pecho/. Entonces el tiempo tan dueño de ella/ atrapó entre su eco su bella sonrisa/bajó hasta la tierra y la puso en su almohada/y brilló como estrella, en su estrella soñada. /En suave silencio se hundía en su lecho/ sintió que su cuerpo flotaba en el cielo/y llegó a una nube donde lo esperaba/el cuerpo de su amada con su blanco lienzo. /En abrazo tranquilo/brotó del silencio la palabra vida/ya la muerte no estaba/ni la fiebre asustaba/ el corazón de dos almas/que en sus ojos cuidaban/ya la tierra y el cielo/como acostumbraban/los grandes amantes después de la muerte/que tanto rondaba.

 Anna Bahena.

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