lunes, marzo 31, 2008

Garabatos


Y estoy fuera de mi alcance
atravesando con remos de Sol el lago de la tristeza.
Cruzando calles enfermas,
discutiendo necesades con las cenizas del olvido
y la relidad a cuestas.
Estoy fuera de mi alcance
a la vista de la Luna y las estrellas,
persiguiendo cometas lanzados por el viento,
tocando los dedos con el arco del Silencio.
Estoy fuera de mi alcance,
lanzandome al abismo de esta tarde sin fondo,
en este mar de llanto y muerte,
donde se escuchan palabras habitadas.
Y entre hora y hora,
veo silencios en la noche que me hablan,
como fantasmas jugando a la nostalgia,
detras la ventana abierta,
puerta de la voz cerrada,
llave de dos cuerdas atando la mirada.
Estoy fuera de mi alcance,
observando el movimiento de la última nube,
el útimo garabato de la tinta negra.

Anna.

De letras mudas y tactos sombrios


- Te confieso que me gustan los sonidos la noche.
- trazar lineas de silencios en una pagina blanca,
- una baldosa,
- un botón,
- el cielo.
- Te confieso que me gusta tu última sonrisa,
- tu última mirada al infinito.
- el aire del silencio,
- las extrañas palabras,
- las memorias de peces,
- ver correr los caracoles verdes.
- perderme en el olor de tus nostalgias,
- en el verso de la noche en tu cintura.
- Suspenderme en tu mirada como un ultimo grito,
- como una mariposa en el bosque de la vida,
- mezclar tus silencios con los mios.
- Rasgar mi alma en siete pedazos,
- jugar al puzzle,
- desarmarme,
- Armarme nuevamente.
- Tenerte frente a mí,
- Robarte el alma en cuatro gritos,
- cinco letras,
- nueve estaciones,
- de tiempo,
- de distancia,
- de soledad,
- del miedo,
- temor de escuchar una ves mas...
- el sombrío tacto de la despedida,
- las letras mudas de una voz,
- de una noche,
- de un adiós.
- Corre,
- annA,
- Corre!
Anna...

domingo, marzo 30, 2008

Desde el Fondo del Mar


"Hay un silencio, donde nunca ha habido un sonido; hay un silencio donde no puede haber sonido, en la fría tumba, bajo el profundo, profundo mar".

Anna.

Etiquetas:

Lenguajes Anónimos


Saber el momento en que llegarán las lágrimas al alma es una cuestión descifrable al corazón. Brotan en el césped de la noche, en un lugar tan cercano y tan abierto que hasta allí puedo llegar con los ojos cerrados. Toman de los brazos a la razón de la inocencia intentando entrevistar la voz de la tristeza, intentando explicar la absurda idea de verme y a la vez no verme. Sé que mi voz se encuentra en el breve vaivén de mi locura. Un cielo de cristal con un sol negro y una ventana abierta a los silencios, son espacios donde observo la admirable sensación del estar solo, donde inicio los paisajes matizados con las páginas blancas. Hoy tengo miedo de todo lo que existe en el mundo de las horas, en el mundo del anónimo lenguaje. Yo tomo la noche de los pálidos brazos.

Anna.

Invierno


A veces quisiera detener el aire en mi garganta, hasta convertirme en el color morado que toman las orquideas en esta época del año. Ser voz y silencio. Un sonido, una maripoza de viento.
Anna.

De las Casualidades y los Círculos




-Anna :Voy a quedarme todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande y eso que las he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades…

-Ana :Oye, estoy aquí. Soy Ana. ¿Te acuerdas? (Otto dice que sí con la cabeza) Pues dime algo.
-Otto: Me llamo Otto.
-Ana : ¿Sabes cómo te llamas ?
-Otto :No, bueno…sí.
-Ana : ¡¡Otto!!
-Otto: Sí. Oye, ¿"Ana" también puede leerse al revés?
-Ana: Pues claro.
-Otto :¡Qué bien! Es capicúa.
-Ana :¿Ahora te enteras?
-Otto :Sí.
-Ana : ¿Ahora te enteras? Mi padre solía decirme que mi nombre era capicúa para que mi vida se llenara de suerte… Así que me dio un vuelco la vida.
-Ana :Mamá, me siento mal.
-Olga:¿Qué te pasa?
-Ana :No lo sé, me mareo.
-Otto:¿Te cuento por qué me llamo Otto ?

-Otto:Es bueno que las vidas tengan varios círculos, pero la mía, mi vida, sólo ha dado la vuelta una vez, y no del todo; falta lo más importante. He escrito tantas veces su nombre dentro... y aquí, ahora mismo, no puedo cerrar nada. Estoy solo".

Anna bahena.

Contracorriente


Cuatro era su número favorito. Las palabras finales que marcaron la despedida del tiempo temblaban en sus labios, mientras los mios descifraban los parajes estelares en su corazón. Tiempo y silencio hablando mutuamente. Tiempo y silencio acordando un espacio a donde llevar el alma en horas de la noche. Recordamos haber sido camaradas del mar eterno, sumergiendo las alas en las profundidades del cuerpo, que mis brazos eran hilos enlazados en su espalda constelada y sus dedos caracoles de palabras transitando avenidas desoladas de mi cuerpo. Cuatro era su número favorito. Con un solo nombre atravesaba el mar, siempre mirando hacia la vida, pretendiendo cruzar la barrera marcada en la pecera : no pasar y pasó. Navegante de sueños que tras la batalla con los dias ha logrado liberarse de la jaula, de la soledad de mis silencios. Memoria anclada, deshabitada en las colinas azules donde me siento a esperar la madrugada, esperando, esperando, esperando, lo que siempre soñé: el alunizaje de un Sol amarillo en la Luna de mi Alma, mi Sueño, mi Sueño en cuatro letras.
Anna.

Ave de Invierno

Desde la lejanía llegas en silencio y me entregas la escultura fria de la forma, de la geometría inversa de tu imagen. Se conmueven las horas con su vestido de tarde tras los silencios regados en las páginas oblicuas. La voz de la noche calla las palabras vistas. De esta forma, no de otra similar, cierro los ojos en vez de recordar. Tomo un último bagón hacia la puerta final, donde la luz irradia tempesdad, locura, amor inevitable. El volar del vivir en la ternura, de la espera irreductible en el angustiado tiempo. Un tunel abstraido de tus ojos, pupila alucinada del tacto y la palabra. Sientiendo en el ahora que cuelgan lunas de tus dedos, que los colores toman forma de un lenguaje nuevo, encontrado, transformado. Y lloro.
La tarde está gris, me trae un recuerdo de viento fuerte golpeando como ola el cuerpo, Ave de invierno...
Anna.

Cuestiones caóticas



Caos. La expectativa se enmarca en tiempos desfigurados. la ausencia se remonta a los eones que han trascendido lo complejo que parece ser todo lo que tocas. Caos. remontandome a las efimeras estrellas que alumbran la noche, no las veo ¿tu las ves? Caos. el reloj que gira inmortal en su cueva de rayas y blanco oro. Caos todo lo que existe, caos tu y yo, el ser y no ser, la existencia sobre los hijos de la nada, en busca de un todo desordenado.

Anna.

lunes, marzo 17, 2008

Un cuento de Hadas para antes de Dormir

miércoles, marzo 12, 2008

Lunáticos


"… riel de montaña rusa serpenteando el tiempo, subiendo, bajando, volviendo a subir, arriba, allá… alto, bien alto.
- alto? alto y más alto?
- si, cerca de las estrellas, donde los sueños y silencios tejen esta vida real, seca de lágrimas amargas.
- y me vas a llevar allá?
-si, lo intentaré… lo juro."

Raúl.

Anna.

lunes, marzo 10, 2008

La Crónica Verónica


En tu cuerpo como una mirada de nube
mi sonrisa indeleble de un efimero canto.
Abrazo la esfera de la noche,
leo palabras ciegas de mi tiempo,
como un único graffiti plasmado en el muro de la luna.
"La vida es una carcel con las puertas abiertas"
una tangente diferente,
un dolor sagrado,
una lagrima de mar que cae por el rostro,
llave de silencio.
Tempestad,
saudade,
cansancio de esperar,
lo que no llega,
lo que se lleva el viento.

boomp3.com

Anna.

sábado, marzo 01, 2008

Y Mientras Las Horas se Ahorcan en un Reloj de Arena...


El tiempo. Una hora, dos horas, tres horas. Estoy, no, no estoy. Mejor dicho ¿soy o no soy? Escucho los pasos de la gente, el ladrido de un perro en horas de la noche y la sirena ambulante cantando su fúnebre marcha. Estoy, no, no estoy, ¿soy o no soy? Niña de ropa harapienta tumbada sobre la calle de la vida, con una flor en la mano pretendiendo deshojar las últimas flores de tus lágrimas. Niña muerta de palabras que cantabas en la esquina las mas triste melodías de soledad. Te había visto alguna vez huir de un pequeño café donde robaste las ultimas servilletas del local para escribir poemas que nunca pude ver. Te había visto sonreír amargamente bajo las luces de lluvia artificial que bañan la ciudad en las solitarias calles, arrullabas tu muñeca de trapo sucio y hacías muecas de sueños en tu memoria. Dime niña, ¿que era en realidad lo que soñabas a la orilla del mar?, cuando las olas rompen en las puntas de los pies y los pantalones se quedan con el olor de la sal impregnada ya no hay tiempo que perder. Las horas se mecen en las olas de la vida, no hay mayor soledad que estar desposeída de tu encanto. Una hora dos, horas, tres horas. Estoy. no, no estoy, ¿soy o no soy? Te veo sangrar en el piso, la gente corre a prisa como si estuviera en sus manos tus ganas de vivir. No pueden ver que a gritos mudos de dolor, pides al cielo abrir sus puertas a tu alma y pretender que las estrellas te reciban a su lado. Que la vida del cuerpo deje de penar como un errado caminante, a pesar de la corta edad de tu destino. Niña de Sueños, objeto preliminar de tus palabras, riegas la tinta de tus lapiceros y la bebes. Contagias tu corazón con los colores de tu tristeza y pretendes que yo muera a tu lado. Y aquí estoy, no, no estoy, eres tu, o soy yo, quien busca la forma de eludir los pensamientos a la deriva de los naufragios de la soledad, observando mi figura arrodillada sobre la piel de tu rostro. Una hora, dos horas tres horas, soy, sí, lo estoy. Eres tú fuera de mí quien se desangra en estas infernales horas de silencio. Mira, mira como nos cubren las estrellas y yo quiero entregarme a tu silueta, dime al menos lo que soñabas a la orilla del mar. Seremos alma y cuerpo unidos como cuando fuimos gotas de lluvia danzando en el viento de una tarde. Acepto ser tú, en mí, ser y no ser. Como en el tiempo antaño cuando fuimos niñas, cuando creíamos que la vida era eso que nos pintaban los libros de las hadas. No, no, gente, no mundo, ¡deténganse, deténganse por favor! no la muevan que su espalda de sueños se encuentra fracturada, que poco a poco el cuerpo de su vida se desangra de palabras.

Anna Bahena.