jueves, enero 29, 2009

Hoy Gran Función

Enciendo las voces de mis letras y estudio el manuscrito de mis últimas palabras, el artículo inédito de las viejas memorias destrozadas. Mi cuerpo es el escenario de una obra de teatro que expone la desnudez de lo posible, con el guión de la palabra que se abriga en un silencio bajo la piel del alma.
Anna Bahena.

martes, enero 06, 2009

Noche Creciente

La lluvia ha eclipsado la mirada de la luna y me siento ausente en un rincón lejano fuera de mi alcance. Sueño momentos en el aire, la forma de mi alma que ha tomado rostro de vos y cuerpo de presencia. Decido empolvar mis manos de sonrisas, de crecientes futuros sentada a un lado de su mirada abstracta, sus manos de pluma y viento, su eterna alma de papel. Le escribo en la piel del corazón los versos que indefinidos nacen con la luna llena, con la salida del sol cuando me encuentro cerca, con la caída de la noche cuando me encuentro lejos. Me quito los ojos lentamente para no despertarme, los pinto de paisajes neutrales de realidad, esta quedar atrapada en la red de colores en el alma que con tantas partes en matices de blancos y de negros espera ser tocada por el pincel de un corazón concéntrico en cuya mitad existe un mar de colores sin nombre conocido, con los que puede pintar desde sonrisas mas triste del planeta hasta el rayo más etéreo encontrado en el sol. Ese corazón que canta a la noche sus memorias, sus silencios donde me pierdo del mundo, donde me encuentro cerca de ser alguien para alguien, un camino cercano a la locura, a la palabra puesta como puente de un abrazo que se hace sombra cuanto se encuentra sobre la piel de mi esencia, sobre el amor que se hace con dos de azúcar y una gota de café. A ese mismo corazón, en esta noche creciente le he pedido una pluma de su piel y me ha entregado las alas de su ser. Me pongo los ojos nuevamente, observo en el espejo los colores fugaces, el paisaje pintado del último viento y encuentro un latir en la mirada, tengo un corazón palpitando dentro de cada paso que transito, las horas pasan con sonrisas pasajeras despegando del aeropuerto de mis labios cerrados. Le busco en cada nombre, en cada cosa que se nombra porque ya no quiero una historia de cartón en este circo menguante de la vida, sino una de verdad, que se narre en el carnaval de la alegría de existir en brazos de una sonrisa, en un viaje sin retorno en dirección al sur, sin nortes, ni orientes, ni occidentes que rivalicen las ganas de soñar y crecer dentro del mar de esta ilusión que me aferra a la vida y me devuelve las ganas de volar.
Anna Bahena.