domingo, octubre 20, 2019

Lejanía.


A veces siento que dentro de mí
habita una sensación de lejanía.
Tengo olvidos que cuento
en los dedos de los pies
y recuerdos que escribo
en las palmas de las manos.
Aún así me enojo a veces.
esta sensación
Me pone en contra de la vida
y a la vez me pone en contra tuya.
Debe ser porque esta ausencia
de ti y de tu sonrisa
también me pone furiosa con el mundo.
Entonces me aconsejo 
que debo ver el sol, contar estrellas.
Encontrar el camino
que me regrese a la casa
de tu recuerdo para no olvidarte.
Y que debo habitar lo inevitable
que es el recuerdo del amor
que cambiaba de curso
cada vez que sonreías
rompiendo los vidrios
de la casa, esta casa
que ambos construimos.
Pero hoy ya no estás.
A veces te escucho sonreír
en la distancia de una noche.
Entonces me miro
las palmas de las manos
para descifrar esta sensación
de lejanía que me sujeta
a la vida y allí, te encuentro,
me encuentro, nos encontramos
juntos tomados de las manos.
Nuestras manos
y me ausento de mí, soñando
un mundo a tu lado.

Anna Bahena.


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miércoles, octubre 02, 2019

Reloj de Arena



                                         A Ana.

Algo entorpece el sonido del silencio.
El sueño se distrae con la música
que canta el reloj de pared
que mi madre compró
para desvelar el flujo de sus años.
Todas las noches el reloj
Entona una misma canción
tic tac, tic tac...
haciendo del sonido
un grito detenido.
Debo encontrar la forma
de hacer que mi madre
comprenda que los relojes
de pared, siempre entonarán
un grito a la espera que alguien
los encuentre y los detenga.
Que la cuerda que les damos
nos ata a las horas
que nos quedan de estar vivos,
y que el tiempo es como un pájaro
varado en una jaula
donde que su canto no es más
que el deseo de ser libre.
Ahora comprendo por qué
nunca me gustaron los relojes
que empolvados cuelgan
en las paredes de casa.
Tal vez, porque en el fondo,
yo quisiera imaginar que los años
de mi madre hoy se encuentran detenidos
y que a diferencia de su tiempo,
mi tiempo, es un pequeño sueño interrumpido
contenido en las paredes
de un reloj de arena,
donde el tiempo se hace mudo,
donde el tiempo no envejece,
donde la vida y los sueños
se condensan dando un salto
hacia el vacío,
allí donde la vida se revierte.

Anna Bahena.