sábado, abril 23, 2011

A la Izquierda del Roble - Fragmento

Vos lo dijiste

nuestro amor

fue desde siempre un niño muerto

sólo de a ratos parecía

que iba a vivir

que iba a vencernos

pero los dos fuimos tan fuertes

que lo dejamos sin su sangre

sin su futuro

sin su cielo

un niño muerto

sólo eso

maravilloso y condenado

quizá tuviera una sonrisa

como la tuya

dulce y honda

quizá tuviera un alma triste

como mi alma

poca cosa

quizá aprendiera con el tiempo

a desplegarse

a usar el mundo

pero los niños que así vienen

muertos de amor

muertos de miedo

tienen tan grande el corazón

que se destruyen sin saberlo

vos lo dijiste

nuestro amor

fue desde siempre un niño muerto

y qué verdad dura y sin sombra

qué verdad fácil y qué pena

yo imaginaba que era un niño

y era tan sólo un niño muerto

ahora qué queda

sólo queda

medir la fe y que recordemos

lo que pudimos haber sido

para él

que no pudo ser nuestro

qué más

acaso cuando llegue

un veintitrés de abril y abismo

vos donde estés

llevale flores

que yo también iré contigo.

Mario Benedetti.

viernes, abril 22, 2011

Hablar de ti

Subiendo el cerro, el frio se adueño de mi actitud y mi gesto,

cruzando mis brazos contra el pecho

en la noche como a un niño enfermo.

Despeinaba el viento tu salud y nos ladraba un perro,

y todos los barcos con su luz alumbraban tu pelo.

Yo solo quiero que recuerdes eso,

que fui un pasajero, alla entre tus sueños,

que fui un pasajero...

Por que hablar de ti,

es desterrarse a los paisajes que me acuerdo,

como intentar hallar la llave de tu voz

en los dominios de un secreto.

Me esta dando pena esta cancion que solo era un recuerdo,

de todas maneras me gusto rondar el cementerio.

Te hablo de de eso, te hablo de aquello,

te hablo por eso, que fui un pasajero,

alla entre tus sueños.

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miércoles, abril 06, 2011

Paisaje Vertical de la Inocencia


Traigo una inundación en la garganta,

un rio desenfrenado de palabras,

que quieren beberse entre ellas

- ahogarse- de verbos, de nombres imposibles.

Traigo una inundación en la garganta,

una advertencia de rabia,

una puerta cerrada en mis oidos

- mis manos- fuertemente levantadas.

Yo traigo esta inundación en la garganta,

como el paisaje sediento de los pájaros,

- ceremonia vertical- en mis palabras

donde un niño mutilado –de ojos lejanos- me acompaña

donde el atardecer es rojo

y mi corazón sin sangre.


Anna Bahena.

martes, abril 05, 2011

Pequeña Historia

"El día se hace en la hora más vacía"

Mis manos eran la tumba donde reposaban los restos de mis sueños. Yo vestida de negro era la noche con los ojos abiertos. En el cementerio los cuervos rondaban como estrellas y yo – siendo una sombra de hierro- lloraba letras que caían al suelo partiéndose en pedazos de vidrio.

Anna Bahena.